domingo, 20 de diciembre de 2009

Amor 4

“-¿Cómo puede ser? En tal fiesta me aíslo y desaparezco contigo. Tal vez no tan extraño, pero sí, ¿porqué lo haré? No lo sé. Tal vez necesidad imperiosa de escuchar mi música. Este gramófono es mi mejor amigo. Me ayuda, me comprende y no hace preguntas, incluso es amable y me aconseja. La música llega al alma y puede curarla. En mi caso, si te lo preguntas, resulta dolorosa, pero proporciona al mismo tiempo un irónico alivio. La música me provoca sentimientos, si bien éstos no son siempre buenos, pero me ayuda a expresar mi caos interior. Lágrimas. Las lágrimas son ambiguas. Se puede llorar de alegría; se puede llorar de tristeza. Se puede llorar por las dos. Se puede llorar por ninguna. Yo reivindico el llanto como forma útil de expresión. Violencia, represión, angustia injustificada, psicopatía y suprasentimientos son todos consecuencia de la represión (a veces efectiva) de las emociones que nos abordan en cada momento. No hay que reprimir esos sentimientos. Si algo se siente, es por algo. Negarlo no sirve absolutamente de nada. Debemos afrontarlo, sentirlo en toda su grandeza y luego decidir cómo procesar esas emociones. Sé que muchas veces es imposible. Entonces siente (ríe, llora, muere y vive, siente) y deja que se atenúen por sí solas. Tienes que vivir. A veces me resulta complicado, muchas veces, salir de mi pequeño mundo al vasto universo exterior; ¿no te parece todo hostil y peligroso? Pero hoy me gustaría tenerte aquí, estar contigo, tal vez soltar alguna lágrima sin que te des cuenta, y reafirmar de nuevo mi existencia fuera de mí mismo, fuera de las barreras que he creado. Recuérdame cómo se vive, por favor."


Víc.

No hay comentarios:

Publicar un comentario