viernes, 4 de junio de 2010

Amor 7


"A veces olvidamos cosas, ¿sabes? Cosas que no deberíamos olvidar nunca. Hay gente que se consuela en las relaciones personales, se aferra a ellas y desarrolla una dependencia absoluta del resto de seres humanos. Esto no es malo en sí, claro está; pero se convierte en malo cuando alguna de esas personas nos hace daño. La dependencia, en ese momento, se invierte por completo y se transforma en el arma más punzante que podamos imaginar, porque donde antes había un pilar indispensable en nuestra vida, ahora hay vacío. La columna que creíamos sólida y eterna se desvanece, se hace trizas, se derrumba ante nuestros ojos. Y entonces el edificio, nuestra mente, nuestra personalidad, nosotros mismos nos derrumbamos con él. Nos afecta, y mucho. Es algo que no deberíamos olvidar nunca: la gente duele. Las personas duelen. Las relaciones, de cualquier tipo, duelen. Pero hay un remedio, sí, ¡lo hay! No construir sobre ningún pilar. Que la casa se sostenga por sí sola, sin que necesitemos a nadie; que ningún arquitecto incompetente ponga pilares ni muros ni bovedillas ni tonterías. Que nosotros nos mantengamos por nosotros mismos. Pero, ¡qué fácil suena la teoría! Porque, inconscientemente, esos pilares se cuelan pérfidamente, se escurren y escapan a todo control racional. Los malditos pilares pueden estar ahí sin que los veamos. Los muy hijos de puta. Y, ¿qué hacer? Demoler, y reparar. Construir sobre roca, y no sobre el polvo, que se desvanece y el viento lo arrastra, y luego viaja a otros lugares y es muy malo de ver. Pero tú, ¡la más puta entre todas las putas! ¿Acaso tienes tú malicia? ¿Acaso tú me amas, o siquiera finges hacerlo? Ni hablar del peluquín. Tu eres sincera, y en tu corrupción, eres la más pura; que ellos se revisten de inocencia pero luego tienen el alma podrida. ¿Acaso tú me sonríes, o finges que te interesa lo que te digo? No lo haces. Lo siento si te aburro, pero para eso te pago. ¿Porqué me atraes tanto? Si eres vieja y estás arrugada. Debería añorar cuerpos jóvenes, pero no, tu vejez no es dolorosa, ni tus arrugas me hacen daño. ¿Sabes qué? Creo que te amo. ¡Te amo! Y, ¿sabes otra cosa? Creo que estoy desquiciado. Pero no me importa, porque ellos no me importan y yo no le importo a ellos. Todo el mundo está contento y cada uno se tiene lo que se merece. ¿Seguro? No lo creo. ¡Aparta, maldita puta! Déjame en paz con mi botella. Déjame tranquilo, que me quiero dormir abrazando el frío cristal, porque él si que no me hará daño, él sí que es una compañía segura y fiable. Oh, las baldosas, tan suaves al tacto. ¿Qué le hace pensar que es mejor que vosotras? ¿Resistiríais un cabezazo mío? Oh, cielos, ¿es eso sangre, lo que me resbala por el cuello? Sí, veo el suelo rojo y... hum, sabe a sangre. Benditas baldosas, sois más duras que mi cabeza. (Risas). ¡Nunca había sido tan feliz! Pero, ¿aún sigues ahí, vieja chocha? ¿Qué haces? ¿Porqué lloras? ¿Te apiadas de mí, crees que he perdido la chaveta? ¡Te equivocas, zorra! Soy feliz aquí entre mis nuevos amigos; ellos nunca me defraudarán y nunca me harán daño. Una nube me tapa los ojos, ¡qué contrariedad! Mis sentidos se difuminan, ¿estoy llorando? Pero estoy feliz, porque todo el mundo duele."



Víc.

5 comentarios:

  1. víc escrius rebé...no et negaré l'obscuritat/realitat de les teves reflexions, però m'agrada també que ho entrecomilles tot com si dins de les cometes tot sigui posible..però fora d'elles tens molta vida...ajajjaja

    p.d.:conec un programa de alcohòlics anònims fenomenal...ajajja

    ResponderEliminar
  2. Quan escrius (tu o qui siga) les idees solen ordenar-se i pots permetre't el luxe d'afegir retòrica i tota mena d'elements literaris i "e ahí" la saviesa dels teus escrits. Però evidentment, jo li diria al teu "jo, entre cometes" que la vida es reduïx a coses molt més simples que val la pena disfrutar mirant-les des del costat més positiu..no per ser un idealista o tractar d'allunyar-te de la realitat, si més no per tractar de ser molt realista i sabes que tens UNA vida i q sapiem no tenim altra.

    per això la bellesa de l'existència són les petites coses...o q dius?estem en una espiral existencialista amb infinites possibilitats?

    ResponderEliminar
  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  4. Me contraria tu felicidad entre alcohol y sangre.

    Tales miedos tuyos me contrarian, son tan comunes como únicos, porque tan comunes como únicos somos nosotros, víctor; tan "gente" como personas". Y claro, uno no puede ser siempre como los demás, de la misma forma que tampoco puede ser siempre sí mismo. De igual forma, uno no puede ser ni completamente dependiente ni completamente independiente, no se puede necesitar a alguien siempre ni no necesitar a nadie nunca. No se es feliz de ninguna de las dos formas.

    Y no me gustan estos escritos tuyos, ¿sabes por qué? Porque yo pensaba igual que tú hace algún tiempo. Yo decía: "Pateticos humanos, no os necesito". Hasta que me quedé completamente solo, con la familia, que es lo único que te queda cuando tocas fondo.

    Te deseo que algún día estés completamente solo como yo estuve, para que sepas lo que es el hastío y la amargura. Así quizá aprendas a valorar a la gente, pero también a poner límites: ni siempre ni nunca, ni santas esposas ni putas, ni amigos de por vida ni amigos de conveniencia.
    En equilibrio está la clave, aunque lo tengas que hacer sobre una cuerda floja, vestido de astronauta y llorando, porque los equilibristas también lloran ;)

    En cuanto a la técninca, tus lectores (y yo) agradecerán que empieces a hacer párrafos. Ver tanto texto junto, tantos puntos y seguido (argh) es realmente contrariante xD

    ResponderEliminar
  5. Los empachos de chocolate son los mejores empachos del mundo =P

    No se quién será Ignatius J. Reilly, pero seguramente lleve chistera y monóculo y se esté regocijando en su despacho diciendo "excelente" :D

    ResponderEliminar