Vosotros os apretujáis alrededor del prójimo y tenéis hermosas palabras para expresar ese vuestro apretujaros. Pero yo os digo: vuestro amor al prójimo es vuestro mal amor a vosotros mismos.
Huís hacia el prójimo huyendo de vosotros mismos, y quisierais hacer de eso una virtud: pero yo penetro vuestro «desinterés».
El tu es más antiguo que el yo; el tu ha sido santificado, pero el yo, todavía no: por eso corre el hombre hacia el prójimo.
No conseguís soportaros a vosotros mismos y no os amáis bastante: por eso queréis inducir al prójimo a que ame, y doraos a vosotros con su error.
Yo no amo tampoco vuestras fiestas: demasiados comediantes he encontrado siempre en ellas, y también los espectadores se comportaban a menudo como comediantes.
"así habló zaratustra", Nietzsche
Víc.
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